No sabía bien Horacio,
poeta romano del siglo I a. C., lo bien que vendrían las palabras que dan
título a esta entrada para describir al segundo Homero más célebre que en el
mundo ha sido. Hablamos, por supuesto, de Homer Simpson, ese padre de familia
torpón y barrigudo que ni por casualidad da una a derechas. Y digo que le
vienen bien las palabras de Horacio, porque el poeta preferido del emperador
Augusto las escribió para subrayar la falibilidad humana. Sería un equivalente
del castizo “hasta el mejor escribano hace un borrón”. Claro que a Homer
Simpson mejor le vendría un semper
que un aliquando...
En cualquier caso, resulta
que en el capítulo Historias de dominio
público los Simpson homenajean al auténtico Homero y con Homer en el papel
de Odiseo / Ulises -¡viva la ironía!- recrean algunas de las escenas más
célebres de la Odisea. Aquí os lo
dejo para aquellos que os lo perdisteis en clase.
Por favor, prestad
atención a los mecanismos con los que Matt Groening consigue el humor. Atended,
sobre todo, a los anacronismos que
hoy nos comentaba Aitor y no os perdáis a las Sirenas, más cerca de lo que
pintó Homero que de lo que la tradición nos quiso hacer creer.
¡Ved, ved y reíd, reíd!