Llegamos
al final de esta maravillosa singladura,
muchachos, y lo hacemos, creo, de un modo más que coherente con lo que han sido
estos nueve meses, con una muestra más de vuestra creatividad, imaginación,
pasión y descaro. El autor de la magnífica pieza que aquí os traigo no es otro
que nuestro “pies ligeros” favorito, acérrimo defensor de los actos de Lord
Elgin, apasionado de Lovecraft y capaz -habilidad homérica donde las haya- de
tomar apuntes con la mina de un compás.
Hablamos,
por supuesto, de nuestro amigo Jake Lightfoot, quien ha nacido para estudiar
Cultura Clásica, como lo habéis hecho también todos los demás: Jorge, que lleva
el drama en la sangre, y durante estos meses ha sido capaz de ponerse en la piel
de un cíclope gangoso, Guillermo de Baskerville y el tebano Edipo; María,
nuestra impuntual dama, nuestra Yocasta, siempre dispuesta a proponer temas
para el debate en el improbable caso de que decayera la conversación (la
gallina o el huevo, las prácticas eugenésicas, la necesidad de ser
puristas...); Aitor, que abandonó su pertinaz silencio para revelarse como un
magnífico actor y un perspicaz comentarista filosófico y sonreír indulgente con
todas nuestras locuras; y, por supuesto, Gorka, nuestro enlace con el mundo,
siempre despierto y atento.
Sois
un quintento magnífico, el mejor de los posibles y esta nostálgica profesora de
Cultura Clásica ya os está echando de menos. ¡No cambiéis nunca! Si acaso, quizá,
tan solo, trabajad un poco más...
Y
ahora... que hablen los dioses... ¡Bravo, Jake!
Nota bene: la
pieza que sigue a continuación es la respuesta de un estudiante de 15 años a la
siguiente pregunta de examen:
“La Atlántida: fuentes
fundamentales para el conocimiento del mito, descripción, teorías sobre su
ubicación”
¡La Atlántida! ¡Oh, gran
ciudad! ¿Por qué, oh, por qué acabasteis, Atlantes, por cometer hybris?
Corifeo: La gran ciudad, tan avanzada, descrita
en los comentarios de Platón.
Zeus: Tan grandes se creyeron que acabaron
obligándonos a nosotros, los dioses, a causar un maremoto con secuelas como la
inundación de la isla de Creta, ¡a causar un genocidio!
Corifeo: Tan utópica era esta isla en tres
círculos dividida y con un templo dedicado a Poseidón...
Hermes: Ea, padre, ¿acaso no oíste los rumores?
Se cree que algunos atlantes sobrevivieron.
Zeus: No te alteres, hijo mío, no durarán
mucho.
Hermes: Eso no es todo, ¡oh Zeus! Algunos
mortales intentan averiguar dónde estaba tan gran ciudad.
Coro: Pobres
los mortales que intentan racionalizar el mito. ¿No saben, acaso, aceptar la
magia de esta ciudad, acompañada siempre del epíteto “perdida”?
Corifeo: Investigan, sobre todo, la isla de
Creta, confundiendo la civilización minoica con la atlante.
Hermes: Y eso no es todo, pues algunos creen
que está en Doñana.
Zeus: ¡Doñana! ¿En España? ¿Cómo pueden
confundir Tartessos con la Atlántida?
Coro: ¿No
dejarán estar el mito? ¿No podrán simplemente creer en Narnia?
Zeus: Dejadlos, pues son ellos los que
pierden sus recursos en hallar una ciudad que yo, con mis hermanos, destruí.
Gratias plurimas, mi gran profesora de clasicas. Como a todos me da pena tu viaje, pero(siempre habra peros), nada me hace sentirme mas orgulloso que formar parte de tu Happy crew. Nunca olbidare las doss horitas de cultura clasicay mucho menos a su profesora
ResponderEliminarOrgullo el mío, Iacobe, orgullo el mío. ¡Gracias!
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